Cuando Dios quita algo de su mano, él no está castigando, sino simplemente abrir las manos para recibir algo mejor. Concentrarte en esta frase ...
"La voluntad de Dios nunca te llevará donde la Gracia de Dios no te proteja... por eso ten presente siempre que cuando un puerta se cierra, otra se abre delante de Ti.
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