lunes, 23 de abril de 2012
La felicidad es un estado de satisfacción del alma, el cuerpo y el espiritu. Quién disfruta y valora lo que tiene alcanza su propia satisfacción. Luego se podrá dar felicidad; ama, perdona, respeta y tolera, luego, comparte. Dichosos los que vibramos con lo que tenemos, a pesar de tantas dificultades y obstáculos que nos ha puesto la vida en nuestro caminar, dichosos los que apoyados en Dios encontramos el sentido a nuestra existencia. Gracias Dios por darme tanto en la vida y dejarme ser feliz. Para todos aquellos que no encuentran lo que anhelan, primero Dios y después la mano del hombre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario