No hay nada que pueda detener el reloj de la historia. No hay un mortal, no importa cuán influyente, adinerado o bien conocido sea, que pueda detener la tiranía del tiempo. Cada día que pasa, cada minuto que marcan los relojes digitales, no...s acercan más a los dramáticos acontecimientos profetizados en la Biblia. Podemos prepararnos para lo inevitable. Podemos usar bien el tiempo. Pero no podemos detenerlo. Ni siquiera por un momento.
El gran acontecimiento que aparece tras el horizonte del tiempo ( tal vez el más grande en la historia ) es el ARREBATAMIENTO. La palabra " arrebatamiento " no figura específicamente en la Biblia, pero básicamente significa " gozo estático " y también " una traslación". Habrá (porque así lo describe la Sagrada Escritura ) un "arrebatamiento " y estoy seguro que esto será -para los participantes - una experiencia de gozo sin igual.
Este es el momento de la " primera resurrección", la resurrección de vida. Este será el momento en que todos los hijos de Dios que hayan vivido -desde Adán hasta el momento en que suene la trompeta de Dios- serán " instantáneamente cambiados " en un abrir y cerrar de ojos ".
La Biblia nos asegura que lo corruptible habrá de vestirse de incorrupción y lo mortal habrá de vestirse de inmortalidad. El alma y el espíritu de todo cristiano que haya vivido en este mundo se reunirán con su cuerpo que murió. Su cuerpo resucitará y será simultáneamente cambiado al reunirse con su alma y espíritu en el cielo.
Es a esto a lo que denominamos " arrebatamiento" y es el otro grandioso acontecimiento que se vislumbra en el horizonte. Será el más impactante suceso de toda la historia humana. ¿ Qué mejor manera de llamar la atención de la humanidad que retirar a millones de personas de la faz de la tierra ?
Eso es lo que ocurrirá y eso es lo que estamos esperando justamente en este momento. Es, sin lugar a dudas, el siguiente gran acontecimiento que hará su entrada en el proscenio de la historia.
Si quieres participar en este acontecimiento, el único requisito es ser salvos por la Sangre del Cordero, es la sangre de Jesucristo.
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