Porque hay días en que es necesario enfrentarnos a nuestro gigante. Esos días en que la lucha es a muerte y la batalla intensa. Aquellos momentos de soledad cuando tu mente te dice Tu Puedes; pero tu corazón se rehusa a obedecer la voz de Dios. Te ha pasado?
Padre!!!! A quien tengo yo en mi vida; sino a Ti? Quien peleara mis grandes batallas y me dará la Fortaleza que necesito para no caer; sino Tu. A Ti clamo en esta hora. Necesito que me Vistas con Vestiduras de Guerra. Que me calces con calzados de Victoria. Yo sin Ti me rendiría, lo abandoraría todo... Pero quien dijo que estoy sin Ti? Tu eres mi Escudo y mi Protector. Mi Ayudador y mi Fuerza!!!! No permitas que mi mente se desenfoque de Tu Propósito, Ahora no. Ahora mas que nunca necesito ordenar mis pensamientos en Ti. Fluye Espíritu Santo, y al fluir deja caer sobre mi cabeza La Unción de David.... En el Nombre de Jesús! Amen!
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